Sudáfrica en 7 días

Nos escapamos una semanita del crudo invierno en el mes de febrero para viajar a Sudáfrica, la primera potencia económica del continente africano y que nos llama la atención por su geografía espectacular, increíble vida salvaje, modernas ciudades, una polifacética población y una historia llena de aventuras.

Torre Eiffel

La nuestra comienza en Barajas a las 04 de la mañana. Cogeremos un vuelo a Johannesburgo sobre las 7 de la mañana y haremos una escala en Paris de tan solo 45 minutos. El destino quiere que se retrase el vuelo y perdamos la conexión. No hay mal que por bien no venga y decidimos darnos una vuelta por Paris para hacer tiempo hasta las 23.00 horas que es cuando saldrá el vuelo en el que nos ha reubicado la compañía aérea.

 No todo va a ser mala suerte y nos encontramos con un precioso y soleado día en Paris que nos permite patear la ciudad sin pasar demasiado frío e incluso descansar en una terraza a orillas del Sena.

 De nuevo en el aeropuerto de Paris y sin más contratiempos embarcamos rumbo a nuestro destino. Ahora llegaremos sobre las 06.00 de la mañana y una persona nos espera en el aeropuerto para llevarnos con el resto del grupo. Esta es nuestra segunda noche sin dormir, con lo que llegamos reventadas a Sudáfrica.

DIA 2: JOHHANESBURGO – MPUMALANGA

Johansburgo

Johannesburgo, conocida como la “Ciudad del Oro” al descubrirse allí el depósito de oro más rico del mundo, forma el corazón industrial y comercial del país. Se utiliza normalmente como puerta de entrada pero tan solo se pasa una noche y se realiza una visita panorámica antes de seguir el itinerario por el resto del país.

 No es una ciudad muy bella, pero sí muy rica, con grandes avenidas, calles congestionadas y espectaculares rascacielos. Una de las atracciones de la ciudad son las vistas desde el mirador del edificio más alto del continente (Carlton Centre con 50 pisos y 220 m). El Jardín Zoológico y los Jardines Botánicos no defraudarán a los amantes de la naturaleza. Aunque es cierto que hay que buscar mucho para encontrar un edificio de más de 20 años de antigüedad, es posible ver construcciones interesantes como la oficina general de Correos, el Ayuntamiento, Standard Bank, el Museo Judío,..

Mpumalanga. La ventana de Dios

En los alrededores destaca Gold Reef City, un museo que recrea una antigua y típica ciudad minera y Soweto, la famosa ciudad negra cuna de la resistencia al apartheid que incluye entre sus puntos de interés, la casa en que residió Nelson Mandela antes de ir a prisión.Tras una rápida vista de la ciudad salimos hacia el área del Parque Kruger viajando a través de la provincia de Mpumalanga (“donde sale el sol”) y visitando lugares de sorprendente belleza como la ventana de Dios, un mirador colocado estratégicamente con magníficas vistas de cañones, formaciones rocosas y cascadas. Preciosas fotos panorámicas.

 Aquí nos juntamos con el resto del grupo (en total somos 6 personas) y nuestra guía, Mirtha, una argentina que lleva varios años viviendo en Sudáfrica y que nos puede contar de primera mano cómo ha vivido los cambios políticos en el país.

 Nuestro destino final hoy es el hotel Greenway Woods Lodge, cercano al Parque Kruger y con pequeñas cabañas repartidas en exuberantes jardines.

DIA 3: PARQUE KRUGER

Amanecer en Parque Kruger

Al día siguiente nos damos un buen madrugón para ver amanecer en el PARQUE NACIONAL KRUGER, el “parque estrella” de todos los que se pueden visitar en el país, uno de los que más historia tienen en el continente y uno de los que mejores infraestructuras ofrecen al visitante. Lo más recomendable es visitarlo en 4 x 4 con un ranger en vez de en un coche de alquiler. Se trata de aprovechar el tiempo e intentar ver la mayor cantidad de animales posibles.

 Es una de las zonas del país donde hay malaria y por eso las autoridades sanitarias recomiendan tomar tratamientos antipalúdicos preventivos.

 La mejor época para visitar el parque es en verano (invierno de España) porque las lluvias lo convierten en un terreno muy verde, los animales tienen agua para beber y muchas plantas florecen durante esta época. Pero en el invierno la visibilidad es mucho más fácil porque la vegetación es menos frondosa y los días suelen ser soleados, aunque no quita que haga bastante frio y haya que llevar ropa de abrigo (forro polar).

 El parque abre las puertas de 05.30 a 18.30 horas aproximadamente (dependiendo de los meses) y es uno de los mayores lugares del mundo para ver animales en sus hábitats naturales. Una telaraña de caminos de 2.600 kilómetros, de los cuales 1000 están asfaltados, nos conducen a las numerosas lagunas y a los puntos de observación. Los rangers (también conductores de los 4X4) están en permanente contacto por radio con otros compañeros para avisar donde se encuentran los animales.

Parque Kruger

 En el parque se aglutina gran cantidad de fauna pero no es un gran zoo que pueda verse en unas cuantas horas. Nada más lejos de la realidad. Los animales no están encerrados en pequeñas parcelas y en el día de hoy tan solo podremos visitar un tercio del parque. Está concebido para los animales y no para los visitantes. Los encuentros con los animales no están preestablecidos, hay que confiar en la fortuna y en la experiencia de los rangers. Las explicaciones las da en inglés pero nuestra guía nos va traduciendo.

Impalas en Parque Kruger

Algunos huéspedes del parque son los impalas, unos antílopes que viven en manadas numerosísimas, mezcladas con los kudu, orix y cobos y muy fáciles de observar en todo el parque. El parque no tiene rival en cuanto a diversidad natural pues cuenta con 300 especies de árboles, 33 de anfibios, 11 de reptiles, 50 de peces, 507 de aves y 147 especies de mamíferos. Destacan de este último grupo los 5 grandes que es el principal objetivo de los rangers y visitantes: el león, el leopardo (más difícil de observar), el elefante, el búfalo y el rinoceronte, tanto blanco como negro.

 Dentro del parque existen campamentos que cuentan con instalaciones eléctricas, centro de primeros auxilios, supermercados, parrillas al aire libre, lavanderías, restaurantes, teléfonos públicos y estaciones de servicio. Los visitantes pueden alojarse en chalets, casas de campo, bungalows, cabañas y tiendas de campaña o simplemente hacer una parada para descansar y tomar un tentempié, que es lo que hacemos nosotros a la hora de comer.

 Pasamos todo el día en el parque y no nos podemos quejar porque tenemos suerte de ver casi todos los animales posibles, solo se nos ha escapado el leopardo pero es bastante difícil encontrarlo y alguno de ellos se nos ha cruzado en la carretera como posando para nosotros.

 Con un buen sabor de boca y cientos de fotografías regresamos cuando se está poniendo el sol a nuestro hotel para cenar allí, tomar algo y comentar lo que ha dado de sí el día con el resto de compañeros.

DIA 4: KRUGER – PRETORIA – JOHANNESBURGO – CIUDAD DE EL CABO

Pretoria. Arboles Jacaranda

A una hora menos intempestiva y después de desayunar ponemos de nuevo rumbo al aeropuerto de Johannesburgo para tomar un vuelo con destino a Ciudad de El Cabo. Por el camino hacemos paradas técnicas para descansar y comer y aprovechamos también para visitar la ciudad de Pretoria, la capital administrativa del país. A tan solo 50 Kms de Johannesburgo esta cosmopolita ciudad cuenta con majestuosos edificios históricos, exuberantes parques y jardines abiertos al público y es la sede de las embajadas extranjeras.

Union Buildings. Pretoria

Con el autobús recorremos la vía principal de la ciudad, Church Square, el centro histórico y lugar de ubicación de algunos de los museos más interesantes: Museo de Arte Pretoria, Museo Historia Natural de Transvaal y la mayoría de edificios históricos como la Paul Kruger’s House, la Gran Iglesia, la casa Victoriana Melrose donde se firmó la paz en la Guerra Anglo-Boer, la Universidad de Pretoria, el elegante barrio de Brooklyn, el antiguo Parlamento, el Palacio de Justicia y Union Buildings, donde se encuentra la sede del gobierno administrativo y del archivo nacional.

 Union Buildings son un conjunto de imponentes edificios en forma de hemiciclo cerrados al público pero con excelentes vistas de la ciudad. Además de numerosos monumentos y estatuas posee jardines con senderos para pasear y contemplar las distintas aves que allí se encuentran.

 Finalizamos la visita pues salimos en un vuelo a las 19 horas. Tras dos horitas de vuelo llegamos a Ciudad de El Cabo, la tercera capital del país y la ciudad que goza de la mejor reputación. Conocida como «Ciudad Madre», se sitúa en un impresionante paraje donde el mar, los viñedos de los valles cercanos, las playas y principalmente el monte «Table» conforman un entorno único.

 Por su situación al borde del mar y su clima soleado durante la mayor parte del año la convierten en el destino turístico africano más elegido por los turistas.

 Llegamos ya anocheciendo por lo que la visita de la ciudad la dejamos para el día siguiente. Cenamos en el hotel y nos damos una vuelta por los alrededores. El crimen y la delincuencia están presentes en las grandes ciudades por lo que no es recomendable caminar solo por zonas desiertas, especialmente al anochecer, ni llevar grandes sumas de dinero. Nos aconsejan utilizar taxis contratados a través de compañías acreditadas ya que no resultan muy caros. Teniendo en cuenta estas recomendaciones nos aseguramos una estancia relajada y placentera en este país, precauciones que debemos tomar realmente en muchos otros países.

DIA 05: CIUDAD DE EL CABO

Table Mountain

La ciudad fue fundada por los holandeses como punto de abastecimiento en sus viajes hacia Asia (de ahí que cuente con la mayor densidad de edificios de estilo holandés del mundo) y controlada por los británicos por mucho tiempo por lo que sus distritos siguen manteniendo ese aire colonial europeo que casi todo el mundo encuentra encantador. Una ciudad de estilo europeo pero con pura esencia africana.

En los alrededores de la ciudad también se pueden encontrar lugares de gran interés, la cima del Table Mountain, desde donde se divisan las mejores vistas de la ciudad, los Jardines de Kirstenbosch, en los que puedes andar kilómetros por sus senderos entre cientos de especies vegetales, el Cabo de Buena Esperanza, donde cuenta la leyenda que el holandés errante condenado a vagar por los océanos eternamente juró no dar marcha atrás frente a la tormenta, las playas paradisíacas de Camps Bay o Robben Island donde se puede visitar la cárcel en la que estuvo preso Nelson Mandela y revivir parte de la historia reciente del país.

Hoy visitaremos esta hermosa ciudad comenzando por el Monte Mesa, una montaña de cima plana que es el sello de identidad de Ciudad de El Cabo y uno de los atractivos más visitados de la ciudad. Sirvió de punto de referencia a navegantes hace siglos y hoy ofrece impresionantes panorámicas de la ciudad, de la costa y de las montañas próximas. No se pueden completar unas vacaciones en Sudáfrica sin haber subido mediante el teleférico, los 1.083 metros, ya que desde su cima puede obtenerse un espectacular paisaje de la ciudad, el puerto y el mar, los picos cercanos de la Cabeza del Leon y el Pico del Diablo e incluso la Isla Robben.

Parlamento Ciudad del Cabo

En la cima existen caminos perfectamente señalizados para recorrer y no perderte ninguna vista en los 360 grados de paisajes que ofrece esta montaña, espectaculares sobre todo al atardecer. En sus laderas están los jardines botánicos de Kirstenbosch que albergan más de 6.000 especies y único en el mundo por la riqueza y la diversidad de sus plantas.

 Son incontables las atracciones y edificios históricos de estilo victoriano que se pueden contemplar en la ciudad y que están en perfecto estado de conservación. Entre ellos destacan casas como la del Parlamento, el Ayuntamiento, Koopmans de West House, Museo Sudafricano, biblioteca y Galería Nacional.

 Un buen lugar de partida para conocer la ciudad a pie es la Adderley Street, una de las calles más céntricas y concurridas donde se encuentran almacenes, tiendas y restaurantes

 La plaza del Green Market es paso obligado para todo el mundo por su céntrica situación y por su colorido y ambiente, pues cada mañana se llena de puestos ambulantes con cerámicas, ropas, pinturas y todo tipo de artesanías africanas con precios económicos.

Catedral St George. Ciudad del Cabo

En la plaza, rodeada de edificios que en sus bajos albergan cafés y restaurantes, puedes visitar la antigua Casa del Reloj, también Casa de la Guardia y el Ayuntamiento. Muchas de las casas que bordean la plaza se remontan a la década de 1860 y aunque en un principio la plaza era de lugar exclusivo para la élite de la ciudad hoy en día es símbolo de la gran variedad africana y extranjera. Aquí encontrarás al personaje mítico y más conocido de toda la ciudad con un sombrero repleto de huevos.

Barrio BO-KAAP

La animadísima Long Street es una amplia calle, de aspecto británico, llena de edificios victorianos con balcones de hierro forjado que se extiende prácticamente desde el mar hasta la montaña y donde también se puede encontrar de todo, desde tiendas de antigüedades hasta edificios clásicos. Cuenta también con numerosas tiendas, cafés, locales y clubs que por la noche se llenan de gente en busca de diversión. Aquí es donde está la verdadera noche captoniana.

 De entre todos los barrios no hay ninguno que llame más la atención como Bo- Kaap, un barrio pesquero de casitas bajas pintadas con llamativos colores. Los comerciantes holandeses, trajeron numerosos esclavos, especialmente de Indonesia y Malasia que se instalaron aquí. Con el tiempo progresaron como artesanos y comerciantes, creando un barrio con sus casas de colores, sus tiendas de especias y sus originales mezquitas. Es el hogar de la comunidad islámica de la ciudad y se conoce como barrio malayo.

 Otra de las grandes atracciones que ofrece la ciudad es el Complejo portuario de Victoria y Alfred, Victoria & Alfred Waterfront, llamado así en honor a la reina Victoria de Inglaterra y su hijo Alfredo. Los viejos muelles del puerto han sido reformados y acondicionados y se han convertido en visita imprescindible en la ciudad. Siempre abarrotado de gente en torno a restaurantes, tabernas tradicionales, mercados de artesanía, un moderno acuario, un teatro y un cine IMAX. Un ambiente alegre y relajado amenizado día y noche por numerosos músicos, mimos, grupos de baile y orquestas.

Ciudad de El Cabo

Desde aquí también parten los barcos hacia Robben Island, un pequeño islote, al que también se conoce como la Isla de la Libertad a tan sólo 12 kms de la costa. Aquí estuvo encerrado Nelson Mandela durante una buena parte de su vida y aquí fue también donde proclamó tras su liberación la libertad para los negros, por lo que tiene un fuerte interés histórico. En la actualidad, con la prisión clausurada, y habiendo sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la isla se ha convertido en un gran destino turístico.

Atardecer en Waterfront

Una excursión organizada incluye un billete de ida y vuelta en ferry de 30 minutos de duración con bonitas vistas de la ciudad y de la Table Mountain, la visita del interior de la cárcel y una vuelta en autobús por la isla con un guía. Una vez en la prisión un hombre que había sido preso durante 22 años te conduce por las dependencias de la cárcel: las celdas comunes, los patios, la cocina y las celdas individuales, donde puedes contemplar la que ocupó Nelson Mandela durante 30 años. Sobrecogedora la visita. Una vez finalizada, regreso en ferry a la ciudad.

Que mejor manera de terminar el día que disfrutar de la fantástica puesta de sol desde una de las múltiples terrazas del Waterfront mientras saboreamos una cerveza local y observamos como la silueta del Monte Mesa se va oscureciendo y las luces de la ciudad se reflejan en el agua entre los mástiles de los veleros. Este lugar también es una buena opción para cenar y tomar unas copas por lo que ya no nos movemos de aquí.

DIA 06: PENINSULA DEL CABO:

Playas Clifton y Camps Bay. Montañas Doce Apostoles

Hoy disfrutaremos de una excursión de día completo a la península del Cabo y al Cabo de Buena Esperanza, por uno de los recorridos más espectaculares a lo largo de la línea costera.

Sudáfrica tiene una de las mayores líneas costeras en el mundo y por eso la variedad y el número de hermosas playas es muy elevado. El Océano Atlántico y el Océano Indico se encuentran en la punta del país y por lo tanto, proporciona dos tipos de playas. Las cálidas playas del Océano Índico se encuentran en la costa este de África y el frío Atlántico baña la costa oeste de África. Las playas de Ciudad del Cabo están situadas en la Costa Oeste.

Rumbo al sur de la ciudad podemos encontrar algunas de las playas más populares de la zona, ideales para el baño, la navegación o el surf. Las más destacadas playas de Ciudad del Cabo son Clifton, Llanduno, Seapoint y Camps Bay.

Clifton cuenta con las playas de moda del país que recibieron la bandera azul hace unos años y donde la mayoría de los cruceros atracan para ver el atardecer con sus espectaculares puestas de sol.

Camps Bay. Hermosas y extensas playas de arena blanca y mar azul intenso. Es una zona de gente adinerada con tiendas, cafés y restaurantes que se extiende al pie de los imponentes Doce Apóstoles, unas formaciones rocosas que no son más que una extensión de la Table Mountain. El paisaje invita a sacar unas cuantas fotos.

Isla de las Focas

Llegamos al pueblo pesquero de Hout Bay que destaca por su colorido puerto. Puestos de venta de mariscos, tiendas de regalos y de conchas marinas y el famoso centro comercial en el muelle del puerto (Mariner’s Wharf), son algunos de los atractivos junto con un famoso león marino amaestrado que posa para tomarse fotos con los turistas. Unos 10 rands la foto.

Aquí embarcamos para realizar una visita de unos 30 minutos a una colonia de focas cercana en la Duiker Island, en frente del cerro The Sentinel, un santuario de focas y aves. El World of Birds Wildlife Sanctuary es uno de los parques de aves más grandes del mundo y alberga alrededor de 3.000 pájaros.

Ya en tierra continuamos bordeando la Península del Cabo pasando por la autopista Chapman’s Peak, una sinuosa carretera que une Hout Bay con NordHoek y discurre unos catorce kilómetros por los acantilados de la montaña con unos curiosos túneles y desde donde se obtienen magníficas vistas de la bahía y del océano Atlántico. Impresionante.

Carretera Chapman Peak

En el extremo sur de la Península del Cabo se encuentra el Cabo de Buena Esperanza, uno de los lugares más espectaculares y de renombre internacional que fue descubierto por Bartolomé Díaz, siendo utilizado como ruta para transportar especias por los comerciantes europeos con destino a la India. Siempre ha existido algo de confusión en lo que se refiere al Cabo, considerado como el punto más al sur de África. Sí que es el punto más al sur-oeste, pero el punto más al sur del continente africano es el cabo de las Agujas, a unos 150 kilómetros, donde se encuentran los océanos Atlántico e Indico.

Con su rigurosa costa, su inmensidad y sus magníficos contrastes entre mar azul y rocas, Cabo de Buena Esperanza es ideal para los amantes de la naturaleza, ya que se encuentra dentro de la gigantesca reserva del mismo nombre, una zona protegida que resguarda la diversidad de flora y fauna autóctonas, destacando las cebras de montaña, los antílopes grises, monos y 250 especies de aves.

Cabo Buena Esperanza

Al pagar la entrada nos dan un mapa para orientarnos porque hay diferentes caminos y puntos de interés que visitar. Los principales son los tres cabos Cape Point, Maclear y el Good Hope. Para llegar a Cape Point lo más recomendable es subir en un funicular llamado Flying Dutchman, y bajar a pie. Aquí se encuentra el faro del fin del mundo con unas vistas asombrosas.

Faro Cape Point

Regresamos a Ciudad de El Cabo por la costa oriental para pasar por Simon’s Town, con su ambiente naval donde aprovechamos para comer y visitar Boulders Beach, la famosa playa hogar de una importante colonia de pingüinos africanos, a los que podemos observar en su hábitat natural.

Unas pasarelas de madera sobre la playa permiten observar a los pingüinos sin tener contacto directo con la zona donde se encuentran. Son muy pequeños y con una raya negra en la parte superior del pecho. Aunque son muy torpes en tierra dentro del agua son nadadores muy hábiles pudiendo alcanzar los 24 km por hora. La fundación SACCOB se ocupa de su cuidado y conservación.

Playa Boulder en Simon Towns

Proseguimos viaje por la M4 pasando ahora por Fish Hoek, un centro turístico muy popular, Kalk Bay donde amarra la flota pesquera y la magnífica playa de Muizenberg, con casetas de colores sobre la playa para llegar al Jardín Botánico Nacional Kirstenbosch antes de que anochezca. Este jardín, considerado de los más bellos del mundo, es otro de los puntos turísticos más populares de la ciudad. Ubicado en una de las laderas de la Table Mountain, Kirstenbosch fue concebido como el primer jardín botánico dedicado al cultivo de especies endémicas.

Tan solo nos separan 10 kms del centro de la Ciudad de El Cabo y ya tenemos la noche libre por lo que nos dirigimos hasta la animadísima Long Street a cenar con la intención de probar Mama Africa, uno de los restaurantes más populares de la ciudad y quedarnos por la zona para tomar una copa.

DIA 07: RUTA DEL VINO

 Los amantes del vino sabrán que Sudáfrica es una de las mejores productoras de vino y por ello La Ruta del Vino es una de las actividades más demandadas que ofrece la oportunidad de degustar excelentes caldos, explorar antiguas casas de arquitectura holandesa del Cabo y disfrutar de una deliciosa cocina.

Esta ruta se extiende a 45 minutos hacia el este de la Ciudad de El Cabo, a lo largo de 160 km, conectando una serie de localidades vitivinícolas ubicadas entre ciudades históricas en medio de amplios valles fértiles cubiertos de kilómetros y kilómetros de viñedos. Durante el recorrido turístico se realizan visitas guiadas a diferentes bodegas, algunas de ellas con varios siglos de antigüedad que cuentan con salas de degustación y compra de productos.

Los destinos más importantes que componen la Ruta del Vino en Sudáfrica (Cape Winelands) son: Stellenbosch, Franschoek y Paarl. Obviamente, conducir después de tanta degustación de vino no es una opción, por lo que hemos contratado una excursión organizada.

Bodegas Boschendal

La ruta más antigua y popular es la llamada Stellenbosch que abarca un radio de 12 kilómetros de pueblitos y valles ondulados, en los cuales existen 22 bodegas y fincas.

El histórico pueblo de Stellenbosch la segunda ciudad más antigua del país, con varios museos y la calle Dorp, una de las más largas y adornada con robles antiguos y austeras casonas blancas en estilo holandés del Cabo. Muchas de éstas casonas se mantienen como museos y otras continúan habitadas.

Otro destino turístico que forma la Ruta del Vino es Franschoek, capital culinaria de la provincia y un pequeño pueblo con aires de aldea y estilo francés que nació por el asentamiento de colonos hugonotes franceses, que llegaron a ésta tierra escapando de las persecuciones religiosas que había en Francia durante esa época. El Monumento Hugonote fue erigido para conmemorar el 250º aniversario de su llegada, y el Museo Hugonote describe la historia genealógica de estas familias

Finalmente, la localidad de Paarl emplazada entre una gran roca de granito es famosa por su patrimonio arquitectónico.

Tras la visita rápida de estas ciudades paramos en las bodegas Boschendal para realizar una cata de los famosos vinos sudafricanos. Nos presentan una lista de vinos para elegir en los jardines bajo un hermoso y viejo roble. Una maravillosa oportunidad de probar las diferentes calidades de cada vino.

Santuario de cheethas. Spier

Última parada en The Spier Wine Estate, un lujoso establecimiento que cuenta con viñedos, bar de excelentes vinos, un hotel, el restaurante Moyo donde hacen bailes tradicionales y el Proyecto de Reproducción del Guepardo, donde observamos muy cerca este hermoso animal.

Así que después de comer en un buffet con música y danzas en vivo no perdemos la oportunidad para disfrutar de un encuentro con los guepardos domesticados del establecimiento creado para defender la supervivencia de la especie. Puedes entrar en una jaula con un monitor para acariciar a un guepardo. El precio para el encuentro con un adulto son R80 y con un cachorro el doble.

En el camino de regreso a la ciudad existen numerosas granjas de avestruces. En uno de los ranchos aprendemos el proceso de la cría del ave más grande del mundo y montamos sobre ellos.

Después de un día tan animado y ya que solo nos quedan unas horas de estancia cenamos algo por los alrededores del hotel pues vienen a recogernos sobre las 22.00 para llevarnos al aeropuerto y poner rumbo a casa.

Teleferico a Table Mountain

Nos vamos con muy buen sabor de boca del viaje y sobre todo de Ciudad de El Cabo. Naturaleza, playas de arena blanca y aguas azul turquesa, diferentes culturas y formas de vida, arquitectura colonial y una vida nocturna a la altura de cualquier ciudad europea. Todo esto y mucho más es Ciudad de El Cabo, ciudad que cuenta además con el privilegio de estar situada en uno de los continentes más fascinantes. Las opciones son infinitas en este lugar en el que siempre hay algo que ver y hacer y hay pocas posibilidades de aburrirse.

Es un país que te absorbe, te sorprende y te embruja y lo mejor es su gente, la variedad de razas, la mezcla de culturas y de estilos de vida que hacen de este país un lugar único en el mundo y que estoy segura que volveré a visitar.